Preguntas de un Cervantes, por Martín Cid

Martín Cid

Y mientras su pluma con destreza manejada se convertía el Quijote en adulto y Cervantes en sabio, un aplauso a lo lejos, una alegría cercana.

            -¿Quién dijo -preguntaba Cervantes- qué el nacimiento de un personaje era sólo una metáfora?

            Reía a carcajadas mientras la vela, siempre cercana, apenas se consumía.

            -Una sola vela me servirá para mi empresa, una sola vela antes de ser consumida. ¿Y quién quiere sus órganos si puede obtener la posteridad?

            Del orificio no cerrado extrajo su hígado y vísceras, aún calientes, aún danzantes. Crecieron éstas hasta tomar la forma de Sancho, hasta tomar la forma de Dulcinea.

            -¿Está loco? -investigaba Friedrich con una pregunta que no era pregunta.

            -¡Lárgate de mi vista por ahora! -dijo Cervantes a Dulcinea-. ¿Quién te dio nombre en esta historia? Calla tú, buen Sancho, calla para no herir por un tiempo mis oídos dulces y deja hablar al narrador estúpido.

            Y finalmente complacido se arrancó la lengua y sonrió, ahora callado, siempre callado. Y surgió de ésta a quien ahora los hombres conocen como Cide Hamete Benengeli.

            -¡Y tú hablaras por mí y tú me concederás la victoria!

            Ya Cervantes no movía los labios pero sus palabras se escuchaban aún más claras aún más distantes. Escribía sin parar.

            -Y es que el alba se acerca -predijo Friedrich-. Y con el alba desaparecen los sueños y se apagan las velas y despiertan las cigüeñas. ¿Has visto tu rostro en el espejo, Mihai? ¿Has visto tu rostro en nuestro ensueño?

            -¿Por qué perdí la razón?

            -Siete sueños te esperan, Mihai, siete sueños y seis respuestas más, siete pecados marcarán tus versos y tus siete colmillos callados. Yo, que antaño fui tu guía de juventud, que antaño fui tu vela y tu sueño, seré ahora también tu consejero y preceptor, esa tu luz cansada y esos tus versos perdidos que tu alma busca otra vez encontrar. En otro tiempo también tú fuiste un gran poeta, también yo encontré mis versos y mis tiempos, mis rimas y mis melancolías que me llevaron a la locura como a este don Quijote desmembrado.

            -Y os daré una misión de verdugos y os daré un tiempo -decía el ya Cervantes callado-: tú, mi Sancho, mantendrás la razón del que nació sin razón y le contarás historias y buscarás la comedia y gancho.

            -Y también un día él fue un hombre correcto que terminó en prisión por robar y mentir: un gran hombre metido a poeta. ¡Qué gran ladrón perdió el mundo! ¡Qué gran escritor ganaron las letras!

            -Y a ti, Dulcinea, te imploro la más difícil de las misiones para una mujer: permanecer callada.

            -Y también un día mis labios callaron y mi mente se tornó malsana y soñadora. Años pasé sin encontrar mis sueños, tiempos extraños sin callar mi mente trocada, sin pintar un verso ni cantar a la madrugada, sin escuchar la cigüeña, sin perforar mi costado ni pervertir mis sentidos con borlas mancilladas.

            -Y a ti, Cide Hamete: serás mis labios y mis sentidos y tomarás como tuyas mis palabras y serás mis ojos y mis labios y mis oídos, y también mi hígado inflamado de envidia y mentiras. Yo, Miguel de Cerbantes Saavedra, mentiroso al que los falsos sabios quisieron dar por nombre Cervantes, ¡qué mentira y burla! Cambiaron mi nombre y también mi texto. Entre los hombres fui el más vil y pendenciero, entre los hombres el más mezquino de los recaudadores de impuestos, pero también el más mentiroso, sucio y traidor de los escritores, el mejor de los hijos de España. Hazme tuyo, Cide Hamete, y convierte a tu autor en figura, a tu autor en estatua de sal, porque desde ahora te entrego mis ojos y mi sangre para que vivas, para que narres estas las pasiones de una mente enferma, de un corazón envidioso.

            -Se ha vuelto loco -concluí.

            -Ahora por fin escribe -sentenció mi guía.

**Este texto forma parte de la novela Los 7 Pecados de Eminescu que podéis leer aquí por entregas. Más información en http://martincid.com/7pecadoseminescu/index.html

**También por entregas mi novela Madrid, Madrid en la revista cultural Yareah: http://www.yareah.com/madrid/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=45&Itemid=97

Una respuesta

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